10/6/16

Los poemas de nuestro compañero, Bryan

Mis queridos poetas y piratas,

Esta es una entrada muy especial y lo es por varios motivos. En primer lugar, nuestro compañero de segundo de ESO, Bryan, ha querido compartir con nosotros sus pequeños tesoros: sus poesías y sus dibujos. Por otro lado, quiero hacer hincapié en la emoción que este detalle supone para mí. Bryan es un alumno al que solo tengo un día a la semana y, sin embargo, siempre se ha mostrado atento, amable y con muchísimas ganas de enseñarme su trabajo. 

Ahora bien, esto no habría sido posible sin la ayuda de nuestra querida Blanca. Ya sabéis que todos la queremos mucho, es una profesora todoterreno, que se entrega en cuerpo y alma a cualquier alumno. No importa la dificultad, ella siempre ve las posibilidades, los aciertos. En fin, para mí, es sin duda un ejemplo de profesionalidad, de templanza y paciencia. Y, sobre todo, de cómo un docente es clave para el desarrollo personal de los estudiantes. 

En fin, aquí os dejo la Antología poética de Bryan Laya. Además de su excelente calidad literaria, al final, en la contraportada, podréis ver una muestra de sus ilustraciones. Como veis, hoy no hay colores, pero es que nuestro compañero prefiere el blanco y negro (como mucho, el rojo) :)



8/6/16

Emocionario Adolescente: las emociones de nuestras palabras I


Poco a poco vamos llegando al final de nuestro camino en este curso 2015/2016, los nervios están a flor de piel y también los sentimientos. Por todo esto, he estado pensando mucho estas últimas dos aportaciones a nuestro Emocionario adolescente tenían que ser, todavía, más especiales. Como habéis visto no nos ha dado tiempo a trabajar todo el mapa que nos proponen desde Palabras Aladas, pero considero que sí hemos hecho un buen recorrido, que hemos aprendido muchísimo y que ahora le pondremos un bonito punto y final (o y seguido si el próximo curso continuamos con este u otro proyecto similar). 

En fin, que me enrollo (como siempre). En esta ocasión nos centraremos en tres emociones muy conocidas por todos: la nostalgia, la soledad y la melancolía. Tremendamente literarias y reales, absolutamente nuestras y propias también de la adolescencia. Y más en muchos de vuestros casos, en los que habéis tenido que dejar atrás vuestros países de origen con familiares y amigos cercanos. 

 ¿Qué nos dice el Emocionario sobre la soledad?
La soledad es la ausencia de compañía y puede resultar muy angustian si crees que no tienes a quién acudir o con quién compartir las cosas. A veces, uno puede sentirse solo incluso estando en compañía si esta te deja de lado. ¿Para vencerla? Lo mejor es comunicarse. 




¿Qué nos dice el Emocionario sobre la nostalgia?
La nostalgia nos genera un vacío en el corazón y lo llena con gotas de pena. Esta emoción nos viene cuando sentimos que alguien, o algo, nos falta: un amigo, un familiar, un lugar... Esto nos entristece. 






¿Qué nos dice el Emocionario sobre la melancolía?
La melancolía es una forma acentuada de la nostalgia. Cuando la sentimos, pensamos que el mundo en el que desearíamos vivir es un lugar lejano, difícil de alcanzar. La melancolía puede asaltarnos ante los cambios. 

Tal y como hemos comentado en clase, son emociones muy relacionadas con la tristeza, con la pena, con  sentir dolor. Sin embargo, como siempre, es esencial conocerlas y reconocerlas para poder actuar en consecuencia. Por ejemplo, si nos sentimos nostálgicos, podemos escribir a algún familiar que esté en nuestro país. Seguro que su sola voz nos alivia. 

Como he dicho al principio,  estas sesiones iban a ser muy especiales. Y es que, buscando información sobre la nostalgia, he ido a parar con su historia. No, no me refiero a la historia de la nostalgia en sí, sino de la palabra. Y ahí es donde entra la etimología y el descubrir el origen de nuestras palabras que, en sí mismas, están formadas de emociones. 

emocionario adolescente

La etimología de las palabras esconde historias y secretos que ayudan a estrechar los lazos que existen, o deberían existir, entre la persona y la lengua. Muchas veces, en sus árboles genealógicos existen sorpresas muy reveladoras, al menos para personas que nunca se hayan acercado a un idioma a este nivel tan íntimo; por ejemplo, descubrir que numerosos términos del inglés provienen del latín, resulta curioso al principio, sobre todo considerando las diferencias de ortografía, fonética y entonación que a simple vista separan a esta lengua del español o el italiano (fuente: definición.de)

 ¡Qué importante y qué necesario es conocer nuestros orígenes! Y también el de nuestras palabras. Sus etimologías son, en muchos casos, incluso mágicas. Así pues, y esto lo dejaremos para la segunda entrada con los resultados, vamos a hacer lo siguiente: 


1. Buscar poemas sobre la nostalgia, la melancolía o la soledad. Recitarlos oralmente. 

2. Tras habernos empapado de literatura rellenaremos esta construcción, las mejores, las subiremos al blog



3. Buscar la etimología de las emociones y hacer carteles.


¡Qué ganas de ver los resultados!


Las emociones aparecen cuando menos lo esperas. 
Dedicado a: nuestro querido quinteto Polifàcies > Cuartetormo

5/6/16

Trucos para escribir bien III: Reglas para escoger palabras

Un día más, aquí llego con algunos consejos sobre cómo escribir. La verdad es que, al final, la escritura es un hábito, una selección de las mejores opciones, un borrador y un repaso. En definitiva, es trabajo. A veces tenéis esa sensación de que hay que nacer sabiendo o teniendo un don, cuando, la realidad es que, el 90% del éxito es el trabajo. 

El autor Daniel Cassany (a quien ya he mencionado en otros artículos sobre esta temática), nos ofrece 10 reglas para escoger palabras en su libro ‘La cocina de la escritura’. Os las resumo. 
Reglas para escoger palabras
Fuente: Makecine

1. No repetir
Esta es muy conocida para nosotros ;) 

2. Evitar las muletillas 
En ocasiones, pensamos que ‘queda bien’ utilizar algunas expresiones en concreto (pienso que, para empezar…) y, sin darnos cuenta, recargamos nuestros textos con ellas. 

3. Fuera palabras comodín 
¿Os acordáis del juego con el que utilizamos de 10 maneras distintas la palabra ‘cosa’?. Hay que tener cuidado con estos nombres, verbos y adjetivos. Todo no es bonito porque también puede ser bello, maravilloso o irrepetible. 

4. Mejor palabras concretas que abstractas
La verdad es que si lo pensamos, es absolutamente lógico. El lector tiene que dedicar más tiempo a descifrar las palabras abstractas y, por tanto, tenemos más opciones de que aparezca un desinterés por nuestro texto. ¡Ojo! No quiere decir que las desterremos, simplemente que no abusemos de este tipo de palabras porque a veces tendemos a pensar que ‘suenan mejor’. 

5. Palabras cortas
Exactamente igual que con la regla anterior, las palabras más sencillas facilitan la lectura. Y si pretendemos que nuestro receptor no se aburra (bien sea el profesor, un compañero, el chico que nos gusta), lo mejor es que seamos claros y directos. 

6. Ojo con los adverbios en -mente
 Si utilizamos muchos de estos adverbios, recargamos la frase. 

7. Utilicemos los marcadores textuales 
Como ya vimos en la entrada de los párrafos, los marcadores nos ayudan a señalar la estructura de nuestro texto. Y con ello conseguimos hacerle más fácil al lector la comprensión de la información que queremos transmitirle. 


Ya veréis qué bien van a quedar vuestras composiciones escritas a partir de ahora :)